viernes, 17 de julio de 2009

SOBRE LA CONVOCATORIA AL DIÁLOGO

Durante seis años hemos criticado el autoaislamiento del gobierno que buscó hacer añicos el sistema de partidos y todos los ámbitos de diálogo democrático, desconociendo a los partidos e imponiendo siempre sus decisiones de manera unilateral. La máxima expresión fue el anuncio de la Presidenta, de su decisión de adelantar la elección de octubre a junio. Siempre hemos defendido la república, reclamando un rol más activo del Congreso y la división de los poderes. La democracia implica además, fortalecer el sistema de partidos políticos, reconociendo a éstos como el pilar fundamental de nuestro orden constitucional. De ahí que son los partidos quienes deban participar activamente en el devenir de una democracia que excede a la formalidad del sufragio para ser el ámbito natural del debate político. La Argentina debe definir las cuestiones de Estado sobre las que los partidos políticos deben discutir Políticas de Estado, que son las políticas consensuadas y sobre las que se garantiza su aplicación y mantenimiento a través de los tiempos y de las sucesivas renovaciones en el sistema de representación electoral. O sea, la discusión de esas políticas, excede el rol del Congreso, debe estar dirigida hacia las políticas públicas y las decisiones estratégicas. Nuestra Nación requiere la discusión de una agenda política, social y económica que nos permita construir bases sólidas para alcanzar la visión del futuro que queremos. Eso se hace mediante el debate amplio, con altos niveles de representación, con agenda abierta y estratégica, que trascienda las meras coyunturas políticas electoralistas o postelectoralistas. El oficialismo se encontró el 28 de junio con la derrota en las urnas, que no fue reconocida de manera inmediata en el discurso de la Presidenta al día siguiente, ni por el Presidente del PJ. Sin embargo, los gestos que se pusieron de manifiesto en los días sucesivos, han demostrado el reconocimiento implícito de los errores cometidos, de la derrota y del debilitamiento que esto le ha provocado al gobierno. La otra lectura del resultado electoral, ha sido la reinstalación de una fuerza política –el Acuerdo Cívico y Social- compitiendo en condiciones de paridad con el oficialismo y posicionada claramente para ganar y alcanzar el gobierno en la próxima elección del 2011. Estas son las situaciones (no la convicción, sino la necesidad) que llevaron a la convocatoria al Diálogo formulada días pasados por el Gobierno. En este sentido, ni bien fue conocida, envié al Presidente del Bloque de Diputados Nacionales, Adrián Pérez, y a todos los legisladores del GEN en el Congreso de la Nación, mis opiniones para que formaran parte del debate que el Bloque tendría el martes de esta semana, sugiriendo además, que se acordara una decisión junto a los demás partidos integrantes del Acuerdo Cívico y Social (radicales y socialistas). Allí adelantaba mi posición favorable a la concurrencia de la Coalición a la convocatoria del gobierno, fundada en algunas razones muy sencillas que expongo a continuación: La convocatoria del gobierno es correcta y oportuna y debe ser tomada como el reconocimiento de sus errores y de su derrota. Si hemos reclamado diálogo durante tantos años, no es correcto rechazar la invitación a dialogar. Cuando se reclama diálogo hay que demostrar la vocación de dialogar. Hay que encontrar como propicio un ámbito en el cual poder plantear nuestra propia agenda de prioridades, transmitiendo a la población nuestra vocación sin caer en autoaislamiento ni desesperanza. Debemos pensarnos en capacidad de gobernar la Argentina y la gente no vota a quienes no les reconozca capacidad de construir consensos y asegurar gobernabilidad. El Poder Ejecutivo es el ámbito para la discusión de políticas de estado y construir una agenda-país, sin perjuicio del rol del Congreso para el debate y la sanción de las leyes que puedan dar continuidad o resultados al diálogo. Reivindicar a los partidos políticos como el instrumento sostén del sistema y dentro de los cuales se debe dar el debate, los acuerdos y las garantías. Solicitar al Gobierno la ampliación de la agenda y la participación de los partidos en el resto de las discusiones de la política, como la agenda social, económica, etc. Definir como los temas más acuciantes a abordar: el combate a la pobreza, la preservación y promoción del empleo y la actividad productiva, la inflación, la educación y la inserción nacional en el contexto mundial. Ese mismo día, Carrió anuncia que no concurrirá a la convocatoria, involucrando, sin discusión –una vez más- a los partidos políticos integrantes de la Coalición Cívica. Existen, a mi juicio, otros dos elementos importantes que no fueron considerados: a) El Gobierno había abierto la convocatoria al diálogo mezclándonos en una reunión con otros partidos con representación muy minoritaria. Frente al reclamo del ACyS, modificó el método y el cronograma, reconoció al Acuerdo como la principal fuerza de oposición y nos citó con prioridad y exclusividad en la agenda. De este modo, la posición lograda era inmejorable. Pero la ausencia de la Coalición Cívica, volvía a ser una concesión injustificable para que en esa reunión estuviéramos representados exclusivamente por Gerardo Morales, presidente de la UCR. Mi presencia, en representación del GEN como partido integrante de la CC, (así fue mencionado por el Ministro) permitió que la CC estuviera dentro de la fuerza reconocida como principal oposición. Renunciar a ese lugar es un absurdo y que nos posiciona mal frente al proceso político hacia el 2011 y frente a la sociedad que nos reclama otros gestos. b) La misma mañana del miércoles, el Gobierno, a través de Fellner (que no es diferente ni mejor que Randazzo), convocó a todos los presidentes de bloques (adonde concurrió Pérez en nuestra representación, lo que está muy bien) a quienes concedió la ampliación de la agenda parlamentaria a todos los temas propuestos. Esto es la respuesta a los reclamos que había planteado Carrió el día anterior con el bloque (agenda parlamentaria y ampliada). Por lo tanto, el escenario cambio, se aceptó nuestra propuesta y menos razón había para rechazar la convocatoria. La reunión: Participaron: Morales, Aguad y Sanz de la UCR, Ausburger, Lifchitz (Intendente de Rosario) y Bonfatti (Mtro.de Gobierno de Santa Fe) por el PS y Katz por el Confe. Primero habló el Ministro Randazzo: es el tiempo de la reforma porque estamos lejos de la próxima elección. Que se trata de una convocatoria a los Partidos Políticos y va x otro carril que la agenda parlamentaria que se trata en el Congreso. Que luego se continuará con una comisión técnica de trabajo. Su tema es la Reforma Política, que es lo que corresponde a su cartera. Dentro de ella, se discutirá: funcionamiento de los partidos, selección de candidatos (ej. primarias de Santa Fe), financiamiento de partidos y campañas, sistema electoral, unificación de padrones, boleta única, voto electrónico, sistema uni, bi o plurinominal, etc. El objetivo es re prestigiar el sistema político y recuperar confianza. La política debe ser un instrumento para mejorar la vida de las personas. A continuación habló Silvia Ausburger: consideró positiva la convocatoria, habló de la necesidad de una reforma política integral, de la oportunidad lejos del nuevo proceso electoral, de los proyectos ya presentados, necesidad de un debate hacia el interior de los partidos, mayor transparencia del sistema, creación de un Consejo Nacional Electoral como una institución autárquica e incorporó los temas de la agenda social considerados como prioritarios y el Consejo Económico Social. Gerardo Morales felicitó la iniciativa, bienvenida la convocatoria, es la noticia esperada (todo textual). Incorporó tantos temas que es imposible recordar todos, reiteró que no discutirán la presidencia de la Cámara de Diputados y planteó la discriminación de trato que denuncian intendentes y gobernadores no oficialistas. Mi posición: Llegamos a la convocatoria con bajas expectativas y cargando con muchas frustraciones por la reiterada manipulación que se ha hecho de la reforma política para hacer de cuenta que se cambia cuando no se cambia nada y que siempre ha salido como tema de discusión en momentos de debilidad política de los gobiernos. Entre esas frustraciones mencioné también las discusiones sostenidas con el propio Ministro en la provincia, por el mismo tema, sin haber arribado a ninguna solución. La Reforma debe estar expresada en un conjunto de principios que expresen la vocación democrática y republicana (pluralismo, equidad y transparencia). Debe responder a un objetivo estratégico: la relegitimación de la política, la calidad institucional y la recuperación de la confianza de la sociedad para relegitimar el resto de las discusiones, como la agenda social, etc. No sirve la discusión parlamentaria si la sociedad no confía en sus representantes. No sirven las leyes aprobadas x consenso y que después no las cumplen ni siquiera los que las sancionan. Hace unos años el Congreso aprobó x unanimidad una ley destinada a evitar la discrecionalidad de los Gobiernos en la fijación de la fecha de elecciones y este Gobierno se ocupó de dejarla sin efecto para poner la fecha a disposición de sus propias conveniencias. Lo primero a acordar es un mecanismo: agenda, consensos, desechando los disensos, armar proyectos al parlamento, hacer un gran acuerdo a favor de la política, los partidos, la transparencia y la representación popular. La agenda de la reforma debe abordar: sistema electoral, asegurando la proporcionalidad de la representación, mecanismos ciertos y transparentes para el financiamiento, publicidad en tiempos de campaña, etc. (NO hay calidad democrática si la competencia política electoral depende del uso de los recursos públicos o de la fortuna personal de los candidatos), funcionamiento de los partidos. Es necesario integrar a la justicia electoral y a las organizaciones no gubernamentales que vienen trabajando con el tema. El debate no excluye los temas de la agenda social sino que se debe integrar con ellos. Los partidos deben participar no solo de la discusión de la reforma política, sino de la agenda económica y social, por eso pedimos participar en el Consejo Económico Social. Hay que avanzar hacia un gran acuerdo nacional de partidos políticos poniendo como eje la lucha contra la pobreza. El Rol de los Partidos es diferente al rol del parlamento y por eso esta convocatoria hacia los partidos valida el sistema democrático que los tiene como principal instrumento. Se trata ahora de caminar hacia un mejor funcionamiento hacia el interior y el exterior de nuestras organizaciones y hacia un mayor respeto del Gobierno hacia las instituciones de la democracia. El resto de los participantes hablaron en sentido similar. El equipo ministerial (Lic. Abal Medina y otros) presentó un ppt con un cronograma de trabajo que sigue con las consultas a otros partidos, la realización de un Seminario Internacional para analizar otras experiencias, tanto de partidos, como de sistemas electorales o instituciones autónomas (ej. México) y luego la conformación de un equipo de técnicos del gobierno y los partidos para avanzar en la formulación de los acuerdos. El Ministro tomó nota de todos los temas planteados que estaban afuera del área de su cartera, comprometiendo trasladarlos a la Presidenta. Por lo tanto, se prevé que el próximo encuentro será recién dentro de un mes aproximadamente. Creo conveniente la constitución de un equipo propio de trabajo para armar agenda e ir discutiendo y definiendo posiciones. Margarita Stolbizer

No hay comentarios: