sábado, 14 de noviembre de 2009

A la militancia

Frente al desafío electoral del pasado 28 de junio, y pese a las dificultades que ello implicaba para el GEN, acompañamos a Elisa Carrió en la construcción del Acuerdo Cívico y Social entre la Coalición Cívica y el Radicalismo. En función de un objetivo superior, como era la construcción de una verdadera alternativa política frente al oficialismo, decidimos disimular lo que, a nuestro juicio, fueron concesiones injustificadas a costa de la unidad de la Coalición. No se nos dio ninguna participación en los acuerdos de listas que fueron incondicionales en las listas de legisladores, favoreciendo la presentación de colectoras con las que perdimos concejales en los distritos. No se respetaron acuerdos precedentes que habían sido firmados para preservar la unidad y la equidad dentro de la CC. No se nos consultó siquiera para cerrar filas con el radicalismo -que incluía al cobismo- y con Posse. Y se excluyó de toda discusión a nuestros referentes del GEN en las distintas provincias. Pero, insisto, toleramos toda esta situación que, desde lo personal, he calificado como humillante, en función de ese armado político en el que creímos y creemos porque es la respuesta más correcta frente al hartazgo y al reclamo de cambio que expresa mayoritariamente la sociedad argentina. El intento deliberado de excluirnos o ningunearnos se consumó con la ruptura del único de los tres bloques comunes que era presidido por nuestro Partido. Ningún intento por recuperar racionalidad en el espacio común ha dado resultado, pese a que hemos reivindicado y dado testimonio permanente de nuestro compromiso con esta construcción que pretende constituirse desde una oposición seria en una verdadera alternativa de gobierno. En la Provincia de Buenos Aires, la CC estaba conformada por varios partidos o agrupaciones (ARI-GEN-Partido Socialista-Encuentro Popular-Partido Demócrata Progresista-Partido PAIS, entre otros). Sin embargo, el ARI toma como propio el nombre común para formar un nuevo partido llamado ARI-CC. Nuestra Convención Partidaria y el Encuentro Nacional del GEN decidieron reivindicar nuestra identidad y autonomía, rechazando cualquier posibilidad de mutar en un nuevo partido. Primero, los bloques legislativos provinciales y en este momento, los diputados nacionales, decidieron constituir los respectivos bloques parlamentarios del GEN, sin perjuicio de nuestra voluntad de integrar interbloques con el radicalismo, el ARI-CC y el socialismo porque somos contestes con nuestra expresa vocación de integración del Acuerdo Cívico y Social, desde donde aspiramos a conformar un proyecto mayoritario y sustentado en los principios democráticos y republicanos, la defensa de los derechos humanos, la distribución justa de la riqueza y la ética como parte inescindible de la actividad política, que pueda plasmarse también en un programa de gobierno para la Nación y para la Provincia de Buenos Aires a partir del año 2011. El GEN es el Partido que hemos fundado reivindicando los principios de la socialdemocracia, la vocación frentista y las dimensiones ética, organizacional y programática. Y dentro de esos parámetros hemos definido nuestras líneas de pensamiento y acción, porque aspiramos a representar los intereses y derechos de ciudadanos y ciudadanas que nos demandan por la libertad, la justicia y la igualdad. He querido dar cuenta de este proceso, porque frente al próximo recambio legislativo, el diputado Juan Carlos Morán me ha comunicado que no formará parte del bloque del GEN, sino que permanecerá dentro del bloque del ARI-CC-Unión por Todos, lo que implica un tácito renunciamiento al Partido que presido. Sin desconocer la preocupación que este hecho puede generar, quiero transmitirles la tranquilidad del compromiso frente a nuestras banderas, la unidad monolítica de toda nuestra dirigencia de todas las secciones electorales y la más firme convicción respecto a que la defensa de nuestra autonomía e identidad es la respuesta a la lucha tenaz, compleja, digna y principista de toda nuestra militancia. Hay una realidad política y social que nos impone la responsabilidad de darle a la Argentina una fuerza política capaz de gobernar y transformar. Y para eso, es necesario rescatar los objetivos superiores que no son ni propios, ni personales ni de sector. Hay que hacer todos los esfuerzos necesarios para preservar la unidad programática de quienes integramos el Acuerdo Cívico y Social. Eso es lo que votó una amplia franja de la población a la que no podemos defraudar, los mismos que nos reclaman a cada paso que cuidemos este espacio para competir y ganar. De frente a ustedes, reafirmo nuestra convicción de trabajo, de ideas y conductas, renunciando a cualquier posicionamiento de capitalización personal para sostener el proyecto que le ha dado hasta hoy sustento y fortaleza a nuestra unidad en el Partido GEN. Un abrazo muy fuerte, Marga

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