El Concejo no debería ser la escribanía de los amigos del poder

LA PLATA Una vez más el Concejo deliberante se ve envuelto en una situación que no le hace bien a ninguno de los platenses, principalmente porque es el lugar donde se debe dar el ejemplo de lo que es la institucionalidad, la democracia, la libre expresión que nos hace crecer como ciudadanos y actores de esta ciudad; pero a cambio de lo anterior, la imagen que se devuelve es la del autoritarismo, la prepotencia y arrogancia, la de una institución de la que participan concejales serviles que representan al departamento ejecutivo y no a los vecinos que los eligieron. La sesión del día de ayer no fue la excepción a la regla, de ninguna manera se mostro un oficialismo abierto al dialogo y mucho menos dispuesto a que le consulten sobre los extraños beneficios que realizo en algunos artículos del COUT. Lo que se podría haber resuelto con una simple explicación de cuáles habían sido los estudios “serios” por los que se había determinado que una zona de la región era propicia para efectuar emprendimientos de gran envergadura, culmino en una acción que creíamos de épocas pasadas, ya superadas, negándole, a un concejal, la palabra de una forma burda y canallesca. Porque cerrar un micrófono es eso, porque burlarse de un concejal es eso, es atentar contra las bases de la democracia. Con sus actitudes dejan en claro que no es la oposición quien atenta contra la institucionalidad del Concejo sino que son ellos mismos los que hacen una burla del cuerpo, una burla de sí mismos. Desde nuestro sector expreso el Concejal GEN, Gastón Crespo, vamos a seguir trabajando para hacer de este órgano representativo un lugar donde se debatan seriamente los proyectos que les interesan a todos los platenses y no la escribanía de los intereses de amigos o negocios que en nada benefician a aquellos que tenemos el deber de representar. Porque buscamos que La Plata se transforme en una ciudad seria, inclusiva y proyectada al futuro; una ciudad que este a la altura de las circunstancias y que no se quede al borde de la historia.