domingo, 15 de febrero de 2009

PIES CON BARRO

PIES CON BARRO Por Gustavo Cremaschi, GEN LA PLATA Debo admitir que ha habido dos fotografías muy recientes que me causaron asombro y curiosidad. Una es la del líder del volante y los trabajadores argentinos enfundado en un espectacular traje. Muchas ganas tengo de hablar de eso, y de que ese atuendo le va mejor con el barrio que habita y la vida que lleva. Pero me las quedo pues quiero hablar de la otra foto. Ver a la Presidente con el cabello mojado y apretado contra el cuero cabelludo en un extremo de la figura, y sus pies metidos en el barro del desastre de Tartagal, en el otro, sinceramente me conmovieron. ¡Qué agradable diferencia con la Señora de costosas carteras y vestidos de princesa de cuento infantil! Cierto es que estaba rodeada de los habituales muchachos de lentes oscuros y mirada pedida en préstamo a Aldo Rico. Pero lo cierto es que estaba allí. Los opositores a ultranza dirán que para sacarse la foto esa y conmoverme. Pero lo cierto es que estaba allí, en el barro del desastre. Y eso es bueno. Voy más lejos aún y casi convirtiéndome en oficialista. Coincido con las declaraciones que la Doctora Fernández hace, y son dignas de esa ¿nueva? postura presidencial, ya que asume que en verdad el problema de Tartagal es la pobreza estructural. Coincide también en esto con la Senadora Hilda Chiche que asume alguna culpita al decir que después de 20 años de gobiernos Peronistas hay más pobres que antes. Pobreza estructural que se manifiesta con toda su dantesca realidad cuando la naturaleza ayudada por la imprevisión de los gobiernos se manifiesta con rudeza desnudando precisamente la carencia extrema que la Presidente por suerte descubre. Del bolsillo salteño y húmedo parece que saca un vale por 500 viviendas que le extiende al Intendente de la Localidad, a lo que este le contesta con una espectacular contraimagen diciendo que esa ayuda es al problema de Tartagal lo que el grano de arena al desierto. Seguramente Tartagal con la ayuda solidaria de la gente de la República y la inevitable presencia de los gobiernos se pondrá nuevamente de pie. Sólo espero que la próxima vez que la naturaleza decida dar un aviso se hayan hecho las obras necesarias para que el final no sea el que parece ser el de todos los años. A esta altura, en relación a este artículo, me quedan dos dudas. La primera de ellas, es la relación de los dichos de la Presidente y la pobreza estructural. Mientras ella decía eso en Salta, el Secretario Moreno (quizá por su gracia pariente de Cantiflas) anunciaba que en la Argentina los precios han decrecido y las tarifas no han aumentado en el mes de enero y por lo tanto hay menos pobres e indigentes. Cómo le pensará explicar el Secretario que no es cierto que no hay asidero técnico (como mal asesorada por él ha dicho en España) para discutir los índices emitidos por lo que otrora fue el Indec, ya que hay una larga lista de profesionales a cargo de las direcciones de Estadística Provinciales (incluyendo Provincias oficialistas) que dan índices que, en la mayoría de los casos, triplican los oficiales. Ojalá la realidad que la Presidente ha descubierto en Salta, le sirva para ver que no sirve echar los índices inflacionarios debajo de la alfombra, pues allí ya no entra más basura. Y se nota. Me permito respetuosamente, y salvando las distancias, citar igual que el Presidente Obama al General Perón quien decía “la única verdad es la realidad”. La otra duda que me carcome es saber qué marca y modelo eran las botas que calzaba la Presidente tapadas por el odioso barro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahhh pero eso sí, que el maquillaje que usa es resistente al agua eso no me cabe ninguna duda!!!....otro planteo que me hago es el destino de ese traje y esas botas luego de haber tenido la señora la posibilidad de recobrar su propia realidad...y es cierto, una imagen valen más que mil palabras a veces!!!