TENDRAN QUE TRABAJAR MUCHO

Escribe: Luis Malagamba Senador Provincial GEN EN LA COALICION CIVICA La Plata No es sencillo dar una opinión sobre la U.C.R. actual. Le he dedicado gran parte de mi vida al radicalismo que desde su posición intransigente hizo posible la reforma universitaria, la defensa de la educación pública como herramienta para la igualdad social, que enfrentó persecuciones y cárcel para sus dirigentes en defensa de la libertad y de los derechos humanos, y que puso al hombre común, al de “a pie”, como objetivo para su propuesta económica. Pero, desde hace más de una década, la dirigencia partidaria vació de contenido su accionar, abandonando aquella intransigencia. Esa dirigencia quedó atrapada en una perversa lógica donde el posicionamiento en la interna condicionó todo trabajo posible hacia la sociedad. Terminaron peleando por la posesión de un sello. Fuimos muchos los que sentíamos que el radicalismo debía seguir siendo la referencia en el sistema de partidos argentinos que simbolizara el combate a la desigualdad, a la pobreza, la defensa del estado de derecho y las instituciones republicanas, sin el doble discurso de los que declaman en la Plaza de Mayo pero arreglan con los poderosos. Esa continuidad la encontramos en lo que estamos haciendo junto a Margarita Stolbizer, en la Coalición Cívica. Gran parte de los adherentes del radicalismo se sintió interpretado por los principios de Margarita al negarse a acompañar el experimento de la dirigencia oficial con Lavagna. Esto ha sido así en La Plata, lo que explica también el respaldo que hemos obtenido en las urnas. En una reunión de Comisión del Senado se hizo presente un intendente de la UCR. El hombre preguntó: “¿Hay algún radical presente?”. Y un asesor que me representaba le aclaró que si, que él era radical. Es que desde nuestra identidad como radicales hemos iniciado este camino de constituirnos en una fuerza política propia, el GEN. Tenemos un proyecto de mayorías, y para eso trabajamos todos los días al lado de la gente, acompañándola en sus reclamos. Nos hacemos cargo de las demandas sociales. Si la UCR buscara recuperar un espacio en la consideración popular debería comenzar por allí: por renovarse de nombres y de prácticas, y por acercarse a las construcciones políticas en marcha que, sin mezquindades, están esperando por su aporte.