martes, 26 de agosto de 2008

Especie en extinción…

Por Marcela A. Bordenave* Poco a poco la clase media se ve claramente afectada por el aumento de precios. Por ser la clase a la que este gobierno viene apuntando con artillería fina para ser totalmente excluida de una vez por todas del sistema actual. De una cosa a la vez fuimos despojándonos de aquellos “pequeños gustos”, así es como lo llamamos, que creíamos que nos podíamos dar y que nos merecíamos después de tanto esfuerzo. Pasamos de ciertas comodidades, como tener ayuda en casa a la hora del orden y la limpieza, la cochera a dos cuadras para asegurarnos que a la mañana siguiente sabríamos donde estaría nuestro auto, ese que me costo tiempo de ahorro, más el préstamo al cual pude acceder raspando porque casi quedo afuera por no cumplir todos los requisitos que se necesita. Resulta que ahora le di de baja a la pobre señora que dos veces a la semana me ayudaba, claro, era ella o la nueva cochera más alejada que pude conseguir accesible a mi bolsillo, y más a mano aún al destino incierto que nos toca vivir con tanta violencia e inseguridad, porque caminarse todas las noches esas oscuras cuadras uno termina pensando,”me acomodo por un lado y me desarreglo por el otro si tengo en cuenta las probabilidades de que en el camino me tope con los peligros a los que estamos expuestos” Pero esto no termina acá, el recorte le siguió a esas salidas nocturnas de fin de semana tan esperadas, un viernes cena afuera, un sábado de cine, un buen espectáculo de teatro, si a todo esto le sumamos, el consumo de gas oil, la propina al pibe del auto y algún otro detalle que quizás se me este escapando. Ni que hablar de esa buena elección que creí haber hecho a la hora de apostar mi salud a la medicina prepaga, el incremento del 20% en el ultimo tiempo de la cuota y sumado a eso, el no poder utilizarla desde hace ya dos meses por encontrarse cortada por falta de convenios, hace que sume los sinsabores que me esta dejando pertenecer a los estratos medios de este país. La clase media ha sido testigo de fuertes aumentos en bienes y servicios, y la imposibilidad de sostener y llevar adelante este estilo de vida hace que sea necesario el recorte al consumo cotidiano. Y entonces recurro a quedarme en casa; por suerte entre los vecinos llegamos a la misma conclusión y no quedó otra que compartir el cable, trato de caminar más viendo el lado positivo, tome la decisión de dejar definitivamente el gimnasio cuando también aumentó la cuota, intento arreglarme como pueda con el poco margen que me queda de tiempo para poder ordenar y limpiar, y así de a poco voy recortando y achicando y suprimiendo y perdiendo y esquivando e intentando no bajar esos escalones de calidad de vida que me costó conseguir y que no se hasta cuando me permitirán existir!!! Marcela Bordenave, es dirigente de la juventud GEN La Plata en la Coalición Cívica, GEN ACCIÓN.

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