lunes, 1 de septiembre de 2008

AMIGAS y AMIGOS:

Iniciamos con mucho entusiasmo este noveno mes con una cargada agenda para desarrollar en esta última etapa del año. Por ello, y en razón del escenario político nacional y provincial, he considerado oportuno enviarles algunos comentarios. 1. El Gobierno Nacional: Si bien se intenta retomar la iniciativa política con una agenda que dinamiza el escenario, la pérdida de credibilidad que ha afectado al Gobierno después de la crisis (no resuelta) con el campo, no parece que pueda recuperarse ya que se ha dañado su propia base política electoral. Los K han perpetuado las características más cuestionables de su gestión: discrecionalidad en el manejo de los recursos públicos, destinados a la cooptación, premios y castigos, por una parte; y por la otra las transferencias al sector privado (subsidios). Y se sigue delegando la administración de esos recursos a los funcionarios más cuestionados: De Vido, Jaime y Moreno, hoy por hoy, las caras más visibles y representativas del poder K. Mientras tanto, se persiste en la negación y la desatención de los problemas que más afectan a la sociedad: la pobreza, la inflación y la inseguridad. Los últimos tiempos marcan un rebrote de la criminalidad y la violencia, que no solamente afectan la vida, la libertad y los bienes de las personas, sino también sus hábitos y relaciones sociales. El Gobierno aparece como comentarista de la existencia de mafias, como si eso no fuera una muestra de su propia ineptitud, connivencia o complicidad; especialmente después del triple crimen de los empresarios vinculados con el narcotráfico y que han sido aportantes de la campaña presidencial. Dicha campaña fue financiada en un 30% por empresarios vinculados con la industria farmacéutica, muchos de ellos "apretados" para colaborar, a cambio de distintos negocios: sobreprecios en compras del Estado, robo y adulteración de medicamentos, tráfico de precursores químicos para la fabricación de drogas y lavado de dinero narco, sobre cuyas acciones la complicidad del gobierno es innegable, haciendo la vista gorda o asegurando impunidad. Por eso nuestras diferencias con el Gobierno no son solamente políticas sino éticas. Este Gobierno se caracteriza también por su falta de previsión, de planificación, de inversión y de controles. Y así es como aumenta la corrupción, se profundiza la pobreza y la desigualdad, se deteriora la calidad institucional y Argentina aparece aislada del mundo, hoy sin acceso a créditos ni inversiones. Esto afecta nuestras chances de crecimiento sostenible, para lo cual, las inversiones como las exportaciones son caminos imprescindibles. El ritmo de crecimiento de los gastos viene superando al de los ingresos, por desaceleración de la recaudación y más transferencias al sector privado, lo que nos pone frente a una situación de inestabilidad macroeconómica. Solo por tomar una muestra, según datos del mismo sector, en la construcción se han perdido 18.000 puestos de trabajo en lo que va del año. El Gobierno de los mega anuncios, como las inversiones chinas, el tren bala y una larga lista al más puro estilo menemista, sigue sin tener radarizado el territorio más que en un 11% (esto afecta la seguridad nacional, la del transporte aéreo e impide un eficaz control sobre vuelos ilegales para luchar contra el contrabando y el narcotráfico). Y el Plan Nacer del Ministerio de Salud está siendo investigado por sobreprecios y contratos exorbitantes mientras que la mortalidad infantil sigue en aumento. Y de lo Planes Federales de Viviendas anunciados, solo se ha cumplido el 49% del primero (2004) y apenas el 1,3% del segundo (2005). La agenda oficial sigue sin atender el plan agropecuario reclamado por la Mesa de Enlace, ni contempla la necesaria reforma tributaria o el mejoramiento de la legislación para distribuir recursos preservando el sentido federal. Sin embargo, y pese al debilitamiento del Gobierno y de la Presidenta, siguen siendo actores principales a tener en cuenta en los tiempos que vienen, mantienen grandes cuotas de poder y recursos a manejar sin prejuicios, más un PJ siempre dispuesto a acompañar esas condiciones. 2. El Gobernador Scioli La situación es similar en la Provincia, en donde la característica central es la falta de gestión. Scioli arrastra 20 años de gobierno de su partido y agrega el desconocimiento y falta de planes de su propio equipo. Educación, Salud y Justicia arrastran conflictos que paralizan la provincia, porque las áreas están colapsadas por desinversión, lo que significa profesionales y trabajadores mal pagos, falta de infraestructura, de nuevas tecnologías, de nombramientos, de formación y de control de gestión. Si agregamos que la Provincia sigue teniendo problemas graves de falta de servicios de infraestructura básica que afectan a millones de bonaerenses, contaminación, falta de empleo y pobreza, aquí todo está por hacerse. Buenos Aires es el epicentro del conflicto en materia de seguridad y los funcionarios reaccionan espasmódicamente corriendo tras los reclamos sin resolver ninguno. También en la Provincia se advierte el deterioro de las finanzas que el Gobernador ha querido resolver con mayor endeudamiento con la Nación (hoy acreedor / prestamista privilegiado), aumento de la presión tributaria, y ahora el proyecto para quedarse con los recursos del Instituto de Previsión Social para atender sus problemas de caja, violando la constitución y a costa de la garantía de los futuros jubilados. 3. Otros actores: No hay duda que el protagonismo de los ruralistas en sus reclamos al Gobierno los ha dejado con un papel central en el escenario político que viene, y que algunos parecen dispuestos a asumir. Esta situación debe analizarse no solo como parte de la contienda electoral, sino también como parte de una nueva realidad que exige a la política hacerse cargo de manera más directa de las cuestiones que afectan directamente a la sociedad, y que hacerlo también implica abrir nuestras fronteras a la participación de nuevos referentes de esa realidad. El sistema político y los partidos ya no podrán volver a ser claustros cerrados en los que solamente activan y se posicionan los dirigentes surgidos de las filas internas, sino que la práctica política tiene que ser remozada con una mayor interacción entre las organizaciones políticas y sociales. Por lo pronto, es una realidad que los dirigentes agropecuarios buscarán ingresar al Congreso participando en las listas que se presenten y que nosotros debemos ir en busca de los mejores de ellos en cada territorio. Pero esa apertura no puede ser interpretada como un mecanismo de representación corporativa de aquellos a quienes les da igual jugar en cualquier lado, sino que aspiramos a encontrar a representantes del sector comprometidos con un programa de gobierno que prioriza la defensa de las instituciones republicanas, la distribución más justa del ingreso en favor de los más pobres y la concepción ética como parte de la política. Dentro de estos nuevos actores, se hace necesario también considerar esta posición oportunista de algunos radicales que pretenden cimentar una estrategia de recuperación a partir de las posiciones que la oposición tuvo en relación al mencionado conflicto Gobierno-Campo. Es imposible pensar en la recuperación partidaria como un objetivo en si mismo, y eso es lo que están discutiendo: como volver a tener un partido que les permita seguir teniendo espacios y haciendo caja. Así no se asumen los problemas del país y de la gente, que tienen que seguir siendo prioritarios por sobre los intereses partidarios. Esa visión mezquina, de corto alcance, que toma lo que venga para salvar la ropa y esconder las debilidades, limitaciones y claudicaciones, es lo que llevó al radicalismo a su descomposición. La irrupción de la figura del Vicepresidente Cobos es tomada por algunos de esos oportunistas como una nueva tabla de salvación. Su voto "no positivo", valiente y meritorio quiere ser utilizado hoy por los radicales para volver a esconderse en una estrategia esquizofrénica y vergonzante, ya que ofrecen tolerar a Cobos como parte del Gobierno otorgándole una licencia para que vuelva al Partido. Esto resulta insostenible en términos institucionales, significa "prestar" un vicepresidente al oficialismo, significa cogobernar con el kirchnerismo, y solamente profundizará la crisis de identidad y representación del centenario partido. Cobos no ha manifestado ninguna diferencia con las políticas clientelares, con el proyecto hegemónico, con la discrecionalidad y la violencia sobre el sistema constitucional-federal, ni se ha diferenciado denunciando los múltiples y graves casos de corrupción en que se ha visto envuelto este Gobierno. Y ha manifestado que su responsabilidad es acompañar a Cristina Kirchner, en una clara manifestación de su voluntad de acatamiento al proyecto global, más allá de algunas diferencias cosméticas. El Radicalismo vuelve a priorizar su acercamiento con el poder antes que poner en valor una historia de ejemplos y principios. Y su participación en el Gobierno implica también la renuncia a representar a los argentinos y argentinas que no comparten el proyecto de país de los K. Allí entonces es donde se abre con luminosidad el rol de quienes, reivindicando nuestra genética radical, hemos conformado este espacio dentro de la Coalición Cívica para asegurar la alternancia democrática. 4. La Coalición Cívica: Como ya lo hemos dicho, la Coalición es el aglutinamiento de organizaciones políticas y sociales, de personas y sectores independientes que nos hacemos cargo de la renovación moral que la sociedad reclama de la política, que pensamos con una perspectiva estratégica los compromisos del futuro, asumiendo los desafíos de la innovación para achicar las brechas que hoy separan a los sectores más poderosos de aquellos más vulnerables. Desde la diversidad de nuestras procedencias fortalecemos este espacio común cuya fuerza moral es la construcción de una alternativa que asegure la inclusión y el progreso social. Para lograr esos objetivos, necesitamos más militantes, más técnicos, más organizaciones, más mujeres y hombres activando en cada rincón del territorio para convocar a sumarse y a coparticipar en estos extraordinarios desafíos. Estamos promoviendo encuentros de todas las fuerzas que integramos la Coalición, la formación de nuestros cuadros, la formulación de programas y planes de gobierno para todas las áreas, la inserción en la vida social e institucional, con la mirada puesta en la gobernabilidad futura y la gestión. Tenemos programas de recorridos y en la Provincia de Buenos Aires, la Mesa de la Coalición convoca a la realización de encuentros plenarios seccionales amplios, simultáneos, para analizar un temario común, sin perjuicio de la incorporación de las cuestiones regionales. Se harán el sábado 27 de septiembre en los lugares que designen las mesas seccionales. Esta actividad será demostrativa de nuestra fortaleza territorial y nuestra vocación de representación sobre la población bonaerense para que la próxima elección sea una bisagra que nos permita llegar al gobierno en el año 2011. 5. El GEN Nuestro espacio político ha demostrado un extraordinario crecimiento en los últimos tiempos. Eso obedece a varias razones: la visibilidad y reconocimiento que han tenido todos nuestros dirigentes que hoy ocupan lugares de representación pública por sus actuaciones al servicio de los intereses sociales; la apertura y la llegada de nuevos integrantes que día a día se siguen sumando a nuestras filas; el reconocimiento que de nuestra fuerza vienen haciendo los periodistas, medios, otras organizaciones y partidos; nuestra decisión de integrar la Coalición Cívica, principal fuerza política de oposición y alternativa, que ha demostrado la capacidad de ser una fuerza mayoritaria que contenga y exprese los sentimientos, valores y expectativas de millones de argentinos que quieren construir una nación y un futuro distinto. También ha contribuido a ser lo que somos la decisión de constituirnos como una expresión política nacional, habiéndonos constituido ya en más de una docena de provincias a través de dirigentes prestigiosos y comprometidos con los que compartimos hoy esta experiencia esperanzadora. Y finalmente, el reconocimiento del GEN como partido, habiendo alcanzado la condición jurídica por la decisión de la justicia federal, constituye para nosotros el mayor aliciente y desafío que debe ser asumido con responsabilidad. En este sentido, quiero instarlos por este medio para poner todos los esfuerzos en la campaña de afiliación de nuestros militantes, completando las formalidades requeridas para luego involucrarnos en los aspectos organizativos y normativos que nos permitan una integración plena y un desarrollo coherente de nuestra acción política. Es necesario que cada distrito complete rápidamente los cupos de fichas de afiliación que se han solicitado, siempre con la consigna de no transferir la vocación masiva de un partido en el que sus afiliados no participan, sino al contrario, con el compromiso de que aquellos que hoy acompañan nuestra conformación de origen, habrán de compartir también la toma de decisiones y la conducción política del partido que exprese nuestras ideas y valores. 6. Agenda: Los próximos meses serán intensos en la agenda del GEN y de la Coalición, que será coordinada por la Mesa y por el Instituto. Ello incluye actividades de formación, presentación de nuestro portal, seminarios, discusión sobre la organización interna, agenda pública social y recorrido por el interior nacional y provincial, además del GBA y la Capital Federal. Pero lo importante es que cada distrito y cada sección tenga armada su propia agenda. Es imprescindible que al cabo de este año hayamos podido completar todas las visitas a las provincias donde el GEN se ha constituido y que ningún distrito de la Provincia de Buenos Aires quede sin ser incluido en los recorridos que quedarán a cargo de los legisladores nacionales, provinciales y los miembros delegados de nuestra Plenaria Federal. Cada agenda de recorrido debe contemplar la organización partidaria con los referentes locales, la presentación a la prensa y el anclaje social abordando las problemáticas regionales de interés común. Les mando un fuerte abrazo, y espero comentarios, Marga

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