jueves, 18 de septiembre de 2008

Nota de opinion:

Por Marcela A. Bordenave* Es hora de admitirlo. El mundo ha entrado en una crisis económica de carácter recesivo. Siempre que se desata una crisis nadie quiere admitirla. Existe la creencia que reconocer la existencia de una recesión sólo contribuye a acentuarla. Y la pregunta que muchos se hacen frente a esta situación es ¿Cómo afectará la crisis a la Argentina? La crisis era evidente a finales de octubre de 2007 cuando Cristina Fernández de Kirchner se impuso en las elecciones presidenciales. Muchos de sus votantes seguramente esperaban que profundizara los “éxitos” de la gestión económica de su esposo –cuatro años de crecimiento económico a tasas muy altas- corrigiendo sus errores. No obstante, pese a que la situación internacional y nacional no es la misma de mayo de 2003, el binomio gobernante insiste en la misma receta sin cambios. Renovó los superpoderes para manipular el presupuesto nacional al margen de los controles institucionales. Para superar la falta de financiamiento externo colocó más bonos en Venezuela a la generosa tasa del 10,5% -muy superior a la del FMI-; aumentó las retenciones al agro y, por último, se apropio del dinero de los jubilados. Le cambió mil millones de dólares al ANSES y las AFJP por más bonos. Por último, le confiscó 2.800 millones de pesos al Instituto de Ayuda Financiera de los militares para que el ministro De Vido pueda continuar con su dispendioso programa de “viviendas sociales”. Un programa que reporta grandes dividendos a varias “cooperativas piqueteras” y en especial a la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo. Para solucionar la crisis energética el gobierno no tuvo mejor estrategia que repartir lámparas de bajo consumo al igual de lo hecho por Cuba y Venezuela y –como sucedió durante la crisis del gas- penalizar a los usuarios. Frente a la crisis internacional, el gobierno ha demostrado aún menor creatividad. La estrategia oficial parece confiar en que finalmente los mercados tiendan al equilibrio y que la mejor forma de superar la crisis es permitir que los agentes económicos obren libremente. En otras palabras, en no hacer nada y aguardar que la crisis se resuelva sola. Marcela Bordenave, es dirigente de la juventud GEN La Plata en la Coalición Cívica, GEN ACCIÓN.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Santa verdad, hay que avisarle a la presidenta que despues de Adam Smith la Historia Economica hizo algun que otro progreso, si nos quedamos con la "mano invisible" del mercado que todo lo soluciona estamos al horno.

Anónimo dijo...

Santa verdad, hay que avisarle a la presidenta que despues de Adam Smith la Historia Economica hizo algun que otro progreso, si nos quedamos con la "mano invisible" del mercado que todo lo soluciona estamos al horno.