jueves, 17 de septiembre de 2009

“EL MEDIO DEL DOMINIO”

* por Marcela Bordenave. La intención de reciclar y reformar cualquier ley que venga de los oscuros tiempos militares siempre es un síntoma muy favorable para una sociedad que busca su madurez democrática. El debate y la posibilidad de que todos puedan dar su opinión y colaborar en un proyecto conjunto es la sal del progreso cívico de un sociedad politizada. Pero como es costumbre en este país las leyes no se piensan en beneficio de los ciudadanos sino en beneficio de los que detentan el poder, en pocas palabras y sin entrar en detalles técnicos, el gobierno busca aprobar velozmente una nueva ley de medios que es en sí misma un medio de control y dominio por sobre la prensa disidente, partidos opositores y cualquier otro actor que quiera elevar su voz de protesta contra el gobierno en cualquier medio televisivo. Se le concede al ejecutivo no sólo la regulación de los aspectos técnicos legales y comerciales, sino también un pormenorizado control de su contenido a través del manejo del organismo que debe llevar a cabo dicha tarea y de tener el poder de rever cada dos años las licencias de los medios, en claro sentido antidemocrático. Pasa a ser de esta manera un medio de extorsión, de dominio y de negociados. La ley busca ser FEDERAL pero sin intervención de las provincias en su control ¿dónde recae ésta responsabilidad?, en un organismo nacional y centralizado El Estado debe permitir la libertad de expresión, garantizar la transparencia de los reglamentos, designar personal del medio, preparado y con experiencia, y no llenar el organismo de control con personajes relacionados con el poder que son sólo una fachada de los verdaderos contralores que van a tomar las dediciones importantes. Y para completar el cuadro decadente vale destacar el empeño que pone el ejecutivo para que la ley se apruebe en tiempo récord, esto es debido a que piensan que manipulando los medios se podrán asegurar una victoria en el 2011 y así seguir perpetuando la dinastía K. Lo único que están logrando yendo en contra de los valores democráticos y de la libertad de expresión es seguir generando descreimiento; lo fundamental para que una ley sea plena es el debate y el contra debate de los puntos clave de contradicción. Aprobar una ley a medias es dar un medio para dominar la información a un gobierno fuera de control y en claro declive. Espero que los legisladores opositores puedan pulir los puntos oscuros del marco regulatorio y darle seriedad a esta importantísima ley. *Juventud GEN LA PLATA.-

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