jueves, 11 de marzo de 2010

¿Qué esconde Bruera?

Por Concejal Gastón Crespo (GEN) En la nueva reunión de la comisión de planeamiento encabezada por el concejal Capparelli quedo evidenciado que lo que se busca con el nuevo proyecto de planeamiento urbano, es una enmienda a la ordenanza vigente (9231) y que lo único que modifica es la ciudad y la capacidad del ejecutivo de realizar los negocios que se le antojen. ¿Cómo es esto? En las primeras reuniones de comisión, el oficialismo, intento esquivar los planteamientos de la oposición con respecto a la infraestructura diciendo que el proyecto todavía estaba en formación, que los planos del nuevo ordenamiento los tenía el ejecutivo y que no estaban a disposición, situación por demás inexplicable. Hoy, cuando los miembros de la oposición pidieron los fundamentos del proyecto o estudios que se hicieron sobre el territorio trataron de restarle importancia indicando que solo se trataría de la introducción de “enmiendas” a la actual ordenanza que solo era cuestión de creer en la buena fe de los urbanistas oficiales y que una vez aprobado todo esto se podría empezar con una planificación ordenada de la ciudad. En el boceto presentado, reconocen que no tienen ni previsión ni compromisos de inversión en infraestructura, como lo son el transporte, la electricidad y el gas y mucho menos en equipamientos como salud y educación. De la recuperación del espacio público, cosa que implicaría un verdadero planeamiento de ciudad, ni siquiera se habla. Ahora bien, ¿Qué implica la modificación de estos artículos? Darle vía libre al Ejecutivo para que disponga de los terrenos de la periferia, que a su antojo (por llamarlo de alguna manera no comercial) disponga la ubicación de los supuestos lotes sociales y de los clubes de campo. Más allá de que estas locaciones pueden ser de algún amigo del poder, lo importante es que la ubicación que hoy se señala para la creación de estos son los que corresponden al suelo más productivos de la región. Siguen haciéndonos creer que la ciudad puede seguir esperando por una planificación real, con proyección a futuro, mientras que por otro lado se reconocen incapaces de actuar frente a un tema tan real como las inundaciones. ¿Debemos creer cuando todos nos damos cuenta que los servicios no dan abasto, que el transito es un caos y que trasladarse de un punto a otro de la ciudad es una misión casi imposible? ¿Esto no debería plantearse en un proyecto serio de Ciudad? ¿Qué es lo que esconde el oficialismo cuando Capparelli decide hacer las reuniones a puerta cerrada? Esto es lo que debe preguntarse toda la comunidad de La Plata y si no esconden nada, ¿Por qué las reuniones no son públicas con participación de los vecinos y la prensa? ¿Cuando se abran las puertas de esa oficina, será una nueva caja de pandora?

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