ES INMORAL QUE EL GOBIERNO SE OPONGA A UN AUMENTO DE LAS JUBILACIONES, expresó Stolbizer

"En un momento en que la ANSES viene transfiriendo recursos al Poder Ejecutivo para sostener financieramente una cantidad de cuestiones y decisiones, no reconocer a los jubilados el 82 por ciento móvil, que sería llevar su haber aproximadamente a 1200 pesos, a esta altura no tiene justificación posible". Para Stolbizer “Los dos componentes del plan de ajuste de los K son: la inflación y los jubilados. 3.8 millones de ancianos pobres, son la variable de ajuste de los recursos públicos”. ¿Cómo es qué un gobierno que se autodenomina “progresista” mantiene a los jubilados debajo de la línea de pobreza y al mismo tiempo pasea por los foros económicos captando deuda pública, vanagloriándose de las cuentas públicas saneadas? Esta semana, la Comisión de Previsión Social ha firmado el dictamen confeccionado por el diputado Lozano, que el Bloque GEN acompaña a través de la diputada Virginia Linares, y con el que se intenta reparar una deuda inmoral con los jubilados. Este dictamen conjunto con los bloques de Proyecto Sur y Socialismo desarrolla la fuente de financiamiento del aumento que impulsa: “Proponemos, obtener $ 16.800 millones con el restablecimiento de la alícuota del 33% en los aportes patronales de las grandes empresas (más de 40 empleados, dejando fuera a las PYMES), 8.000 millones del superávit operativo de la ANSES (sobre un total de 18.000 millones), y una parte marginal del Fondo de Garantía de sustentabilidad. Como toda política pública, no es cuestión solamente de recursos, sino de prioridades. Para nosotros, las prioridades son las políticas sociales universales y la seguridad social es la más redistributiva de todas. Si los ministros de economía, en vez de dedicarse a conseguir recursos de manejo discrecional para la acumulación política de los Kirchner, trabajaran para la modificación de la tan regresiva estructura tributaria nacional, donde el que menos tiene más contribuye a los Ingresos Púbicos, muchas políticas públicas más se podrían realizar, generando efectos distributivos. Para Boudou y para Kirchner es fácil decir que no, montados en las montañas de billetes que controlan, al mejor estilo del Tío Rico. “El Congreso avanza en una decisión que es viable y sustentable, y su tratamiento es necesario porque no queremos mantener el status quo de la pobreza y de la cada vez peor inequidad en la distribución de la riqueza”.